El recuerdo del hijo(a) que ha fallecido permanecerá por siempre. El duelo no es olvido, es honrarlo con su nombre y recuerdo, ya viviera una larga vida o tan solo unos instantes fugaces junto a los padres.
Buscar apoyo en orientación psicológica es muy importante para saber cómo manejar cada
etapa del duelo. Así aprenderás a manejar estrategias de control de pensamientos rumiantes y estrés.
Reforzar el vínculo de la pareja es de gran ayuda, aumentando la comunicación y expresión emocional.
‘’Siempre he odiado eso que dicen de que no hay ninguna palabra que designe la pérdida de un hijo. Las palabras siguen siendo padre y madre’’
(Albert Espinosa, “Brújulas que buscan sonrisas perdidas”)
Poder ver a tu hijo(a) fallecido, poder tocarlo, olerlo, estar junto a él durante el tiempo que necesites y poder despedirte de él.
Hacerte cargo del cuerpo de tu bebé para organizar su despedida.
Disponer de un espacio personal para honrar la existencia de tu hijo(a)
Quiero descargar el contenido
Prever Siempre a tu Lado acompañándote en los momentos más difíciles.